miércoles, 17 de septiembre de 2014

Alaska en moto: Octavo día

Estoy con los ojos cerrados pero no dormido.
Pienso.... estoy en una habitación de un hotel camino de Alaska. Creo recordar que estoy en Beaver Creek.
No estoy sólo, Larri está conmigo.

Hoy es el día más importante del viaje. Hoy llegaré a la principal meta. El cartel donde dice "WELCOME TO ALASKA". Ese lugar que tanto gustó a mi padre y que le prometí volvería en su honor.

Se que esa meta esta a poco más de 20km. Será un simple paseo pero muy duro. Se que mi pensamiento estará con mi padre y mi padre conmigo.
Te confieso que tengo miedo a subirme hoy en la moto, a rodar hasta ese lugar. Tengo miedo a despedirme de mi padre porque será muy duro. Pero por qué tengo que despedirme? Por que mi padre no puede estar siempre conmigo? Definitivamente... mi padre siempre será mi compañero de viaje.

Despertar y mirar al termómetro no es la mejor manera de comenzar un día en Alaska, pero sin duda es indispensable...





MENOS CUATRO GRADOS!!!!   (22 grados fahrenheit son -4.5 centígrados)





Y ahora que hago?
Larri sigue durmiendo... y a mi me entró el desespero...   
Me visto rápidamente y salgo de la habitación.... "madre mía la que nos espera... las motos llenas de hielo por todas partes. Y ahora qué?".





Son casi las 8am. Creo que tendremos que esperar un par de horas más para poder rodar. Tenemos que esperar a subir hasta los 5 grados para garantizar que el hielo negro (black ice) no sea un problema.

"Larri despierta de una santa vez, es hora de ponerse en marcha"!!!!

A regañadientes mi compañero "repta" hasta el baño... Sinceramente mi compañero tiene muchas virtudes, pero el prepararse por las mañana no es una de ellas... tarda más que una mujer (con perdón)... jajjajaj

Desayunamos con toda la calma del mundo. Un veterano de no se que guerra se nos acercó, era un tipo de unos 70 años, totalmente lleno de canas y con cara de "jefesito". Se interesa por mi viaje y disfruta con mis historias. Sus ojos brillan y lo hago soñar, por unos minutos le cambié su año de nacimiento a uno más próximo al mío. Me señaló su coche y me dijo que si tenemos algún problema que lo paremos, que el irá más despacio. Se fue dándome las gracias sin tener por qué.

"Larri, no aguanto más. Nos vamos. Me da igual el black ice y el frío. Estoy desesperado"...

Motos en marcha. Jimena arrancó a la primera y la de Larri le costó más.
Los termómetros marcaban -2º. Habíamos recuperado 2 grados.  

En marcha....